La plataforma Civitas Mérida, pretende dar a conocer como nuestra ciudad es la última de las capitales de España en estructura y titulaciones universitarias, además de ser estructuralmente en casi todos los aspectos también la última de la región.
Así pues mientras en las capitales provinciales existen campus con todo tipo de instalaciones que no paran de crecer en estructuras y titulaciones, en Plasencia existe otro Centro Universitario cuyas instalaciones están mejor adaptadas y capacitadas para los grados que se imparten. Además de contar con residencia universitaria integrada en el edificio rehabilitado por la Junta de Extremadura en 1998.
En el caso del Centro Universitario de Mérida, la Junta nunca procuró rehabilitar nada en la ciudad como residencia universitaria y carece de cualquier tipo de instalación deportiva decente (pabellón, pista, piscina u gimnasio) donde el alumnado pueda practicar atletismo, fútbol, baloncesto, natación, rugby o piragüismo, al contrario que el resto de complejos universitarios públicos extremeños (Badajoz, Cáceres y Plasencia).
En lo referente al factor económico, la Universidad de Extremadura con un presupuesto anual superior a los 150 millones de euros y con una plantilla de 2.800 personas, muestra que Mérida tiene debido a su nulo atractivo por carencias en el propio Centro Universitario de estructuras y titulaciones, (algo denunciado por el Consejo de Estudiantes del centro), el menor gasto por alumnos de la región en la universidad (quitando el centro universitario privado adscrito de Almendralejo) dejándonos fuera del boom universitario anualmente para la economía de la ciudad, y atendiendo al gasto asociado de esos estudiantes:
- Cáceres: 55,1 millones de euros, lo que representa el 47,9%
- Badajoz: 48,7 millones, 42,3%
- Plasencia: 4,9 millones y el 4,3%
- Mérida: 4,7 millones y 4,1%
Así pues, se puede decir que el Centro Universitario de Mérida, que como ya denunciamos en la primera entrada es el que menor estructura y titulaciones tiene de las capitales de España, es además el peor de la región según los datos y para cualquiera que conozca minímamente la estructura de la Universidad de Extremadura. Algo por lo cual no ha habido ni el más mínimo interés por cambiar desde la Junta de Extremadura y que unido a la falta de perseverancia del Ayuntamiento de Mérida hace que la situación a cada año u legislatura que pasa, sea cada vez más vergonzante y humillante si cabe sin que haya un golpe sobre la mesa.
Instalaciones deportivas de la UEx (Cáceres)
Instalaciones deportivas de la UEx (Badajoz)
Instalaciones deportivas de la UEx (Plasencia)
Tan lejos esta nuestra ciudad del resto que no hay participación alguna, en ninguna modalidad, en ningún año desde la creación de la Universidad de Extremadura en el Trofeo Rector, algo habitual y normal en el resto de complejos universitarios, al contar con instalaciones acordes para ello.
La situación llega a ser tan sumamente infame con nuestra ciudad que de los últimos 1.333.894 euros para financiar actuaciones de inversión en infraestructuras en la universidad aprobado por la Consejería de Educación y Empleo, tan solo 30.000 euros se destinan para el Centro Universitario de Mérida, con 20.000 euros para tapar goteras del centro y 10.000 euros adecuar laboratorios, nada que ver con la inversión en el resto de centros.
- Cáceres: 55,1 millones de euros, lo que representa el 47,9%
- Badajoz: 48,7 millones, 42,3%
- Plasencia: 4,9 millones y el 4,3%
- Mérida: 4,7 millones y 4,1%
Así pues, se puede decir que el Centro Universitario de Mérida, que como ya denunciamos en la primera entrada es el que menor estructura y titulaciones tiene de las capitales de España, es además el peor de la región según los datos y para cualquiera que conozca minímamente la estructura de la Universidad de Extremadura. Algo por lo cual no ha habido ni el más mínimo interés por cambiar desde la Junta de Extremadura y que unido a la falta de perseverancia del Ayuntamiento de Mérida hace que la situación a cada año u legislatura que pasa, sea cada vez más vergonzante y humillante si cabe sin que haya un golpe sobre la mesa.
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